La Habana

Teniendo aun bien presente la emotiva despedida de mis padres en Costa Rica, aterrizaba en La Habana. No tenia planificado el tiempo de estancia en la capital, pero gracias a un golpe de suerte, o de buen ojo clinico, segun se mire, pase dos muy buenas semanas , descubriendo la ciudad como un cubano, de la mano de cubanos. De mi anterior etapa me traia un contacto de Australia y una reserva en una casa particular; es decir, habitaciones alquiladas legalmente por cubanos, pudiendo ver de cerca su realidad. Asi pase las 4 primeras noches. La Habana es una bella ciudad, a diferencia de San Jose de Costa Rica, u otras capitales insulsas de America; esta llena de rincones por descubrir y tiene una marcada huella de su larga epoca colonial espanyola y norteamericana. Tampoco oculta, ni disimula que es la capital de un pais que podria considerarse, en algunos aspectos, tercermundista; especialmente en la Habana Vieja.
Recorrer el Malecon, la calle Obispo; visitar la Plaza y el Museo de la Revolucion, bailar en la Casa de la Musica, ver un partido de boleiball de Cuba, o tomarse un mojito al son de musica en vivo, son parte de sus encantos... Y su gente lo que la hace especial.
Al poco de llegar y tras toparme con varios "amigos" de mi dinero, me meti, digamos por instinto viajero, en una escuela de primaria en busca de un cubano "autentico". Alli conoci al bueno de Aramis y a traves de el al "Gran lider" Aliet (ambos jovenes profesores y con cargos de alta responsabilidad) y al jovial Carlos. Me consiguieron mejor y mas barato alojamiento en casa del tio de Aliet; en donde me ofrecieron lo mejor de la cocina cubana. Ellos se convirtieron en mis amigos y guias en la Habana, con su gran hospitalidad, sin pretender nada a cambio. De su mano visite las mejores playas, el historico canyonazo, buenos lugares de baile, etc. Y lo mejor de todo es que me ensenyaron a vivir como un cubano de a pie, usando su moneda, sus guaguas y comprando en sus puestos callejeros.
Con su ayuda comprendi y comprobe que educacion, salud, trabajo y seguridad en las calles eran los pilares basicos de la Revolucion. Todo ello servido con las mejores sonrisas de su gente, aun a pesar de algunos siempre quejosos, como en todas partes, que siempre quieren mas...
Y dificilmente se puede encontrar una sociedad en la que haya niveles tan bajos de violencia, si no es en el sur de India. Obviamente nada es perfecto, la vida no es facil, bloqueos a parte, y hay que apretarse el cinturon...
Otra gente que coloreo mi estancia alli fue una simpatica pareja de holandeses, otra de catalanes, un chico chino-tibetano, algunas chicas cubanas y a ultima hora la vitalista, de mas de 80 anyos, Maria Rosa Almendros, cubana de adopcion, de padre pedagogo, escritor y almansenyo. Con una lucidez y fortaleza que me hacen decir por siempre mas: senyores cojan sus edades fisicas y tirenlas a la papelera...lo que cuanta es tener ilusion por seguir descubriendo...palabra de Maria Rosa...